Recuerdos de mi muerte

El suelo encharcado se amoldaba a mi cuerpo inerte. Podía sentir el frío de la muerte en mi cuerpo. El agua de lluvia parecía tener un olor especial, el color rojizo del cielo… “¿Voy a morir aquí?” “¿No volveré a verlo?”Era lo único que podía pensar. Mis pupilas dilatadas me impedían abrir los ojos en su totalidad. Mi cuerpo no respondía y en lo más profundo de mí ser…quise gritar, gritar de coraje e impotencia. El dolor se apoderó de todo y cerré los ojos al tiempo que derramaba lágrimas, lágrimas que se perdieron con la intensa lluvia de invierno. Logré mover débilmente mis dedos y entonces sentí su mano, rozando delicadamente la mía. Una mano amiga cogió mis dedos ensangrentados y los apoyó sobre su pecho, dejándome sentir los latidos de su corazón. “Puedo seguir su ritmo, sé que aún puedo” pensé sin poder abrir los ojos. Los latidos de aquella persona eran lentos pero seguros, me animaban a seguir luchando por vivir.

Obligué a mi cuerpo herido a moverse, abriendo heridas recientes en el intento. Había perdido mucha sangre, pero aún me quedaba aliento para hacer un último esfuerzo. Mis piernas se negaban a moverse, pero solo necesitaría mis manos y brazos para levantarme un poco, solo lo necesario para poder mirarlo a la cara y abrazarlo una vez más. La mano que cogía la mía también estaba fría y temblorosa. Levanté mi brazo y me lo acerqué lentamente a la persona que estaba a mi lado. Sus ropas estaban empapadas y rasgadas. No había luchado sola, él me estaba protegiendo desde el principio, pero llegó tarde. Saqué fuerzas de donde los las había y conseguí apoyar mi cuerpo ensangrentado sobre el suyo, rodeando su cuello con mis débiles brazos fatigados. Sentí su aliento cerca de mi oído. Quería oírlo antes de que llegara mi hora.

-Te quiero

Un susurró ahogado, pero sincero, un susurro que puso mi piel de gallina. Apreté aún más mi cuerpo contra el suyo, no quería irme sin él, no ahora que había conseguido llegar tan lejos. La lluvia cesó lentamente y los primeros rayos de sol dejaron ver un arcoíris colorido en el horizonte. Y entonces, dejó de latir. No sé si después de morir él lloró o simplemente se quedó abrazado a mi cuerpo sin vida, solo sé que ahora, donde estoy, soy feliz. Conocí el amor de verdad en vida y quería conservarlo eternamente…en mi corazón y mis recuerdos.

wow... no tengo palabras para describir tu relato... en serio...

Me parece perfecto... es... wow...

y la música la has escogido al dedillo...

en serio, mis felicitaciones por el relato =)

Muchas gracias, la verdad es algo que escribí sin pensar. Pero me alegro mucho de que te haya gustado, para mi es un paso más para continuar haciendo lo que hago.